La economía brasileña aceleró su tímida recuperación y en mayo logró el mayor crecimiento mensual desde febrero del 2014 con un repunte del 4,4% que ilusiona al Gobierno argentino. El dato fue recibido con gran entusiasmo en la cartera de Dujovne, donde saben que por cada punto de avance del país vecino, la economía local crece un 0,25%.

Se trata de un nuevo factor positivo para Macri a nivel internacional, que necesita imperiosamente un mayor dinamismo brasileño para potenciar las exportaciones ante este alicaído mercado interno que no logra traccionar al conjunto de la economía.

"Argentina hace rato que está esperando que Brasil crezca. Es un hecho fundamental que influye en las exportaciones todavía más que una devaluación y en particular en las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) que venían muy golpeadas", explicó a LPO el economista Martín Kalos, de Epyca Consultora.

Sucede que a partir de la crisis del Lava Jato, Brasil entró en una inédita recesión que tuvo su pico en 2015 y 2016, pero de la que nunca logró recuperarse, con tasas de crecimiento que promediaban el 1% y no alcanzaban ni siquiera a compensar el incremento poblacional.

La reforma previsional de Bolsonaro fue aprobada en comisión y anticipan inversiones para la región

No obstante, esta mejora publicada en el Índice de Actividad Económica del Banco Central vecino se explica principalmente por la caída de mayo del 2018 cuando esta economía se vio seriamente afectada por una histórica huelga de camioneros que generó una parálisis total durante semanas.

De hecho, el tradicional informe Focus de la máxima autoridad monetaria de ese país disminuyó las expectativas de crecimiento de la actividad económica al 0,81%, cuando a principios de año rondaba el 2,5%.

Tanto en el Planalto como en la Rosada confían en que la aprobación de la reforma previsional -que en las últimas semanas tuvo importantes avances- causará un shock de confianza que revierta estos números.

Sin embargo, en el mercado no están muy seguros y temen que se tengan que otorgar numerosas concesiones al Congreso. "El mercado ve que la reforma tardó mucho en aprobarse y que Bolsonaro jugó en contra haciendo lobby a favor de reglas especiales para agentes de la Policía. Esto genera desconfianza de cara a los próximas reformas necesarias como la tributaria o el pacto federativo", aseguró a este medio el analista político brasileño Marco Bastos.

"La economía sólo volverá a crecer si aumenta la productividad, por eso son necesarias estas reformas. Pero las expectativas de los inversores son muy malas porque el Gobierno perdió mucho tiempo y no pudo formar una coalición sólida en el Congreso", agregó.